jueves, 12 de julio de 2007

CARTA A JOSÉ MARÍA CASTILLO Y SU CONTESTACIÓN. Comunidad Cristiana Popular "S. José" de la Provincia de Cádiz


Cádiz 11 de Junio de 2.007

Sr. D.
José Mª Castillo.-Granada

Querido José María:

Desde la fecha en que se hizo pública su salida de la Compañía de Jesús hasta hoy, nuestra Comunidad cristiana de base “San José” de la Provincia de Cádiz ( porque la componemos 6 matrimonios de distintas localidades de nuestra Provincia), no había podido estar reunida para poder comentar su decisión.

Hoy, durante nuestro Encuentro Provincial de CCP de Cádiz en Algeciras, hemos comentado los motivos de su salida y hemos decidido escribirle a Ud. para expresarle lo que sentimos en estos momentos.

1.- En primer lugar queremos manifestarle nuestro apoyo a su decisión muy meditada, sin duda, y queremos que sepa que estamos con Ud. y que queremos expresarle nuestra solidaridad y nuestro afecto al tiempo que nos ofrecemos de corazón por si pudiera necesitar algo de nosotros.

2.- Lamentamos profundamente el acoso implacable al que le han estado sometiendo durante muchos años los nuevos inquisidores del Vaticano que le han estado presionando directa o indirectamente por todos lados hasta forzar su salida de la Compañía de Jesús donde ha estado toda su vida.

3.- Sabemos de las dificultades que Ud. ha tenido con las instancias “oficiales” de la Jerarquía para poder publicar su libro “Espiritualidad para insatisfechos” y los ataques injustos y sistemáticos que ha venido recibiendo desde la Cadena COPE, la emisora de Radio de los obispos.

4.- Somos muy conscientes que, a pesar de que le ha debido de costar mucho haber adoptado la decisión que ha tomado, Ud. habrá empezado a saborear lo que es sentirse libre de una Institución a la que seguramente le debe mucho pero que también le ha hecho sufrir demasiado injustamente simplemente por una cosa: por intentar ser coherente con lo que Ud. ha venido exponiendo durante tantos años en sus libros, escritos, charlas, entrevistas, conferencias y que tanto bien nos ha hecho a muchísimos de nosotros en tantos lugares del Mundo.

5.- Queremos que sepa, querido José María, que algunos de nosotros, de alguna manera, ya hace tiempo hemos tenido que pasar por la misma experiencia por la que Ud. está ahora pasando y nos sentimos muy libres y muy felices de poder sentirnos con libertad para decir, sin cortapisas, lo que pensamos. Aunque entendemos que no es lo mismo empezar a vivirlo con 78 años que con bastantes menos.

Le animamos con toda nuestra fuerza a dejarse llevar por esa sensación de libertad personal y esa paz interior profunda, sabiendo que ha sido fiel a su conciencia antes que haberse doblegado a las exigencias del poder, pero que ello hubiera sido a costa de no poder ser libre.

Sabemos que no le faltarán apoyos desde muchos sitios (desde sus amigos más cercanos hasta los que nos sentimos más lejos).

Con esa fuerza interior y esa paz profunda y con el apoyo de cuantos nos sentimos unidos a Ud., le animamos a que siga enriqueciéndonos con sus escritos, conferencias, charlas, entrevistas y reflexiones que tanto bien nos ha hecho y nos sigue haciendo a tanta gente.

Que sigas así José María trasmitiendo con tus gestos y tu coherencia esa frescura del Evangelio que tanto echamos en falta en los que, por su responsabilidad en la Iglesia, debieran dar ejemplo y no sólo no lo dan, sino que cada vez nos escandalizan más por sus posturas antievangélicas.

Un abrazo muy fuerte :

COMUNIDAD CRISTIANA POPULAR “SAN JOSÉ” DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ

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CONTESTACIÓN DE JOSÉ Mª CASTILLO (16-6-07)

Querido Juan:

He recibido la carta que me envía tu comunidad de Cádiz. Un texto que me ha impresionado y me ha emocionado. Lo que me dice la comunidad me ayuda mucho en estos días en que uno se siente inevitablemente más desamparado, a ratos con miedos inconfesables y a ratos con enorme esperanza.

La fuerza de la libertad es superior a todo lo demás. Me he salido de los jesuitas porque quiero ser libre. NO me quejo de nada ni de nadie. No me siento ni amargado ni derrotado.

Lo que quiero es tener la libertad que hoy es necesaria para decir lo que hay que decir. Por amor a la Iglesia y por respeto al dolor el mundo. En estos momentos, callarse es hacerse cómplice de lo que está ocurriendo, que es gravísimo.

El silencio es hoy la peor forma de violencia. No quiero ser violento. Quiero ser coherente, por más que haya quien lo entienda así y hasta quien se escandalice. Quiero seguir trabajando por el Evangelio, con humildad y sencillez, pero con la fuerza de un joven que empieza a vivir. Os quiero con toda mi alma.

Un abrazo a todos.

José Mª Castillo

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