martes, 26 de octubre de 2010

LA HIPOCRESÍA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL CON LA AYUDA A HAITÍ. Juan Cejudo

Ahora que por fin se ha desatado el cólera en Haití, de nuevo la Comunidad Internacional reacciona con el envío de plantas potabilizadoras, agua embotellada, sueros y equipos médicos que traten de parar esa epidemia. Además están especialmente preocupados de que no llegue hasta la capital Puerto Príncipe.


¿Es que los que mueren en los poblados y campamentos lejos de Puerto Príncipe no son igual de importantes que los que vivan en la capital?

Como si no se viera venir que esa epidemia tenía que ocurrir. Todos estos meses hemos visto por TV las imágenes donde han estado bebiendo los haitianos: arroyos o ríos de aguas contaminadas y sucias. Aguas llenas de basuras donde bebían, cocinaban y se lavaban el millón largo de haitianos hacinados en los campamentos ¿Cómo no iban a contraer el cólera? Estaba cantado. Mientras, todo el mundo mirando para otro lado.






Es triste que hayan tenido que morir ( según datos oficiales) 260 personas y haya miles de ingresados en los hospitales.

Desde Enero que se produjo el terremoto ¿no han podido solucionar el problema del agua? ¿Tampoco han podido solucionar el problema de la vivienda? Es triste que aún sigan viviendo en barracones en condiciones muy precarias a expensas de que las condiciones metereológicas los vuelva a dejar a la intemperie.

Tengo contactos con misioneras que están trabajando alli y me cuentan que todo es muy lento, desesperadamente lento y que apenas se avanza en solucionar estos problemas tan urgentes...

Creo que es hora ya de exigir una ONU más operativa, más eficaz a la hora de solucionar este tipo de problemas. Y a nuestros políticos para que tengan mas voluntad para ayudar de modo eficaz y concreto allá donde están los problemas prioritarios de los haitianos.

Que se pongan soluciones antes de que explote la tragedia.


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