domingo, 1 de mayo de 2011

SOBRE EL 1 DE MAYO. Juan Cejudo












Sólo unas letras para dejar aquí constancia de mi apoyo claro y decidido a la Fiesta del 1 de Mayo de tanta significación histórica y reivindicativa a favor de los derechos de los trabajadores en todo el Mundo. Desde aquel año 1886 en que aquellos mártires de Chicago dieron su vida por la mejora de las condiciones de trabajo, han pasado 125 años en que, después de muchas conquistas hoy todo parece volverse en contra de los trabajadores con la crisis provocada por los sectores financieros de alcance internacional.

Apoyo la convocatoria de CCOO y UGT en 80 localidades con el lema "Empleo con derechos. Contra los recortes sociales" y el comunicado que ellos han hecho público estos días y que puede leerse aquí y cuyo contenido, por tanto no voy a comentar para no repetir. No comparto la crítica atroz, dura y cruel de quienes atacan a los sindicatos.









Creo que hoy más que nunca es necesario un sindicalismo fuerte, potente y combativo para afrontar las duras condiciones que afrontan en España cerca de 5 millones de parados (cerca de 1.400. 000 hogares con todos sus miembros en paro), trabajadores en precario y en general las capas de la sociedad que sufren con más dureza los efectos de la crisis económica mundial que estamos padeciendo desde el último trimestre de 2007.


También apoyo la convocatoria de otros sindicatos como CNT en 37 localidades que, aunque mas minoritarios, van a la raíz del problema de la actual situación de la clase obrera y los medios para solucionarlo. Apuestan por un sindicalismo más combativo. La lucha está en la calle, dicen.














Puede leerse aquí uno de sus manifiestos para este día.


Y es que en España, sobre todo desde que empezó la crisis financiera mundial, y en Andalucía y Cádiz muy especialmente, con el paro más alto de todo el país, a veces no se entiende cómo la indignación social no es mucho más amplia para exigir a los poderes financieros y políticos solución y un cambio radical a favor de los trabajadores y no de las entidades financieras.


¿Hasta cuándo podrán aguantar esa situación los que peor lo están pasando? ¡Indignaos!, decía no hace mucho Hessel, uno de los redactores de los Derechos Humanos con 93 años.


Mucho más habría que hablar sobre este tema pero sería demasiado extenso por mi parte y no quiero alargarme demasiado.

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