domingo, 6 de mayo de 2012

IV KEDADA DE SAN BARTOLOMÉ. Juan Cejudo

 











Ayer sábado fue el día señalado para encontrarnos en la IV Kedada quienes estudiamos en el Seminario San Bartolomé de Cádiz. Nos vimos un número de 25 compañeros y compañeras, porque algunos asistieron acompañados de sus esposas. 












Quise estar sobre las 12, 30, pero a esa hora un diluvio caía sobre Cádiz. Esperé que escampara un poco y me lancé  asalir a  intentarlo...Fue en vano porque volvió a  apretar la lluvia y el viento y antes de andar cien metros tuve que volverme. Lo suficiente como para haberme puesto chorreando y tener que cambiarme de pantalón. El paraguas quedó inutilizado por el fuerte viento.

Decidí almorzar en casa y volver después de la comida. Tuve suerte porque había dejado de llover y pude saludar a los compañeros.














Me dio mucha alegría saludarlos a todos. Eché de menos a muchos de ellos que no habían venido, pero que los recuerdo con afecto y gran aprecio. Me agradó ver allí a Troya, Barberá, José Tomás Tocino y señora, Carmona (que vino expresamente a vernos desde Barcelona), Luiyi y Señora, mi compañero de curso Basallote y señora, Baquero y su esposa, mi primo Ernesto y señora, Luís Suárez a quien veo con frecuencia en verano por la playa, Pecino, Mendoza, Pepe Barja, Luís Charlo, mi amigo Rafael Pozo, Enrique Bellido, Antonio Cano a quien no veía hace muchísimos años, de San Roque, Cecilio Rivas, el Keki, Justo Fajardo, Juan Vinuesa y creo que no me olvido de ninguno.












Con cada uno de ellos he vivido momentos muy agradables de compañerismo y de cada uno de ellos guardo muy buenos y gratos recuerdos.











La jornada discurrió contando anécdotas vividas juntos y también interesándonos unos y otros sobre nuestra actual situación laboral, de salud etc...y también preguntando por otros compañeros ausentes que recordábamos.

Pude saludar por teléfono a Paqui, la esposa de Carmona y recibimos saludos por teléfono de Rafael Román, ya que nos atendió en el bar donde tomamos un cafelito, una hija suya.














Una agradable jornada que deja muy buen sabor de boca para repetirla en otras ocasiones futuras que se convoquen.

El compañero Antonio Cano, compañero de cacería de pajaritos en San Roque cuando éramos niños, nos obsequió a todos con unos excelentes aguacates cultivados en su finca.
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Fotos: Juan Cejudo

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