miércoles, 27 de marzo de 2013

REFLEXIONES SOBRE LA SEMANA SANTA: DOMINGO DE RAMOS. Juan Cejudo


Me llama la atención que en las lecturas que la Iglesia escoge para el Evangelio del Domingo de Ramos, termine con la entrada en Jerusalén, subido sobre un burro, mientras le echaban ramas de los árboles sobre el suelo. 

Porque, justo, la continuación de esa misma lectura habla del Jesús indignado que "entra en el templo de Jerusalén y echa fuera a todos los que vendían y compraban en los patios. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los comerciantes de palomas y les decía: " Mi casa será llamada casa de oración. Pero Ustedes la han convertido en cueva de ladrones. Y también se presentaban en el Templo ciegos y cojos y los sanó" (Mat.21,12-14).

¿La Iglesia no ha dulcificado la llegada de Jesús a Jerusalén? Pocas veces hemos visto a Jesús tan indignado al ver cómo habían convertido su Templo- la casa de su Padre- en una cueva de ladrones con tanto negocio y comercio, tantas monedas para el cambio y animales para los sacrificios...El Templo que era lo más importante para los judíos...
Fue este gesto el que terminó de colmar el vaso de la paciencia de la autoridades religiosas para decidir la muerte de Jesús. Fue este gesto lo que terminó de colmar la paciencia de las autoridades religiosas y también políticas, para que Jesús muriera. Se había atrevido a tocar lo intocable: lo más sagrado para ellos: su Templo y su religión: sus animales para el sacrificio...El núcleo de la religión judía.

He pensado: ¿Qué pensaría hoy Jesús, qué haría si estuviera aquí, y entrara en el Vaticano con sus lujos, sus negocios, sus monedas...? ¿Qué pensaría si viera cómo el Vaticano tiene un Banco propio, acciones en importantes empresas de todo el mundo, guardia suiza, moneda propia, embajadores y nuncios, una curia romana que lucha por el poder dentro de la Iglesia? 
¿Qué pensaría de los problemas de pederastia de obispos y clero?

¿Qué pensaría al ver los informes de esos cardenales que han hecho dimitir a Benedicto XVI?¿Qué pensaría al ver autoridades y militares detrás de los pasos en nuestra Semana Santa?

Estoy seguro que Jesús sería hoy un gran indignado que arrasaría con todo eso. Claro que entonces  de nuevo lo matarían.

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