viernes, 25 de marzo de 2016

REFLEXIÓN SOBRE EL VIERNES SANTO. Juan Cejudo


El Viernes Santo celebramos el aniversario de la muerte de Jesús de Nazaret.
Jesús no muere de muerte natural. Fue ajusticiado por los responsables políticos de Roma (Pilato) y por la presión también de las autoridades religiosas judías (sumos sacerdotes).

Y es que Jesús era un personaje peligroso para el poder, sea religioso o político. 
Toda su vida fue una provocación : le critican que se reuna con personas mal vistas como cobradores de impuestos, prostitutas, enfermos, mujeres samaritanas....Les critican que coman espigas en sábado y cure en sábado, a pesar de estar prohibido.


Maldice a los ricos, a los que están satisfechos... Dejará que una prostituta le unja con perfume y le cubra sus pies de besos...aunque lo critiquen.

Tiene palabras durísimas para los fariseos criticando su hipocresía y falsedad. Y son los fariseos los que les dicen a Jesús que Herodes quiere matarlo, que se marche. Él le contestará: "Id y decidle a esa zorra"... (por Herodes).

Pero lo decisivo, lo que no le perdonaron fue cuando llegó al Templo y derribó las mesas de los comerciantes que estaban negociando allí con los animales y las monedas.."Uds. han convertido mi casa en una cueva de ladrones" y los expulsó a latigazos. "Por éso los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban cómo acabar con él, lo mismo que las autoridades de los judíos" (Luc. 19, 47)

Jesús había atacado al centro del poder económico, religioso y político. Era el Templo la principal fuente de ingresos y la principal atracción turística. Por éso tenían que eliminarlo como fuera. Jesús para ellos era un transgresor de sus leyes. Y buscaron los motivos: "este hombre solivianta  las masas", "agitan al pueblo", "dice que no hay que pagar los impuestos y se hace pasar por Cristo Rey". 

Y, a pesar que Pilato no encuentra motivos para matarlo, decide hacerlo por temor a los judíos. La decisión fue suya, del poder político y lo condena a muerte por motivos políticos. Aunque también las autoridades religiosas estaban deseando que lo mataran.

Jesús fue asesinado por el poder político y el poder religioso de su tiempo. Para ámbos poderes era una persona peligrosa. Había que eliminarlo.

Hoy como entonces, el poder no tolera que nadie lo cuestione ni lo critique duramente. Quien se atreva a hacerlo, estará en la lista de las personas que de una u otra forma hay eliminar.

¿Cuántas y cuántas personas han sido y están siendo eliminadas por ser voces críticas contra el sistema?

Muy recientemente, Bertha Cáceres, líder indígena, asesinada en Honduras por luchar por los derechos de su pueblo contra el interés de las grandes empresas e intereres del Estado.

Pero antes, Óscar Romero (ayer celebramos su aniversario), asesinado por decir a la policía y a la guardia nacional que dejaran de matar y disparar contra el pueblo. También Ellacuría y los que estaban con él. Y tantos y tantos en Latinoamérica y en muchos sitios

A nivel más cercano, cómo el poder reprime a todo el que le cuestione sus leyes injustas y cómo reprime a todo el que se mueva. Ahí están las enormes multas a los compañeros del SAT..ahí está la ley mordaza que reprime a quienes intenten enfrentarse...O los encarcelados y multados por participar en una huelga o concentración o por ejercer la libertad de expresión (titiriteros)

A nivel aún más local, los poderes ( no sólo políticos, también religiosos) llevan muy mal si alguien los cuestiona o critica. Intentarán desprestigiarlos o silenciarlos, eliminarlos o comprarlos.

Vivir hoy la Pasión de Jesús es identificarse con todos los crucificados de hoy que son muchísimos: refugiados que no pueden buscar refugio y se les abandona a su suerte, inmigrantes que arriresgan su vida para buscarse la vida, parados sin ningún tipo de ayuda, personas sin techo, familias sin vivienda, personas mayores necesitadas de unas ayudan que no se les prestan por la paralización de la ley de dependencia etc...etc...







Jesús optó por ellos, aunque tuviera que enfrentarse a normas y leyes que el sistema defendía.

Ser seguidor de Jesús (cristiano) supone intentar al menos como él seguir sus pasos en la medida de lo posible y dentro de nuestras limitaciones. Pero debemos optar por las causas de los más desfavorecidos para intentar al menos aliviarles su cruz con nuestra postura solidaria.

Éste es para mí el mensaje de este Viernes Santo que deberíamos vivir todo el año.

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